Las tres películas plantean en sus desenlaces un clímax con el que se
resuelve la historia. Dicho clímax puede coincidir con el segundo punto de giro
o no. En el caso de Regreso al futuro sí que lo hace, ya que el segundo punto
de giro transcurre en el momento en el que el protagonista, Marty, regresa al
futuro por el impacto del rayo, y concuerda con el clímax de la película que es
regresar al futuro en ese mismo instante (que es el único momento en el puede
hacerlo) y con intentar salvar a Doc de su muerte a manos de unos terroristas.
Pero en el caso de El silencio de los corderos, el segundo punto de giro se
desvela cuando Clarice ve la mariposa en la casa de Búfalo Bill pero el clímax
de la película transcurre cuando se establece el duelo entre ambos personajes.
En el caso de Lost in translation el segundo punto de giro se establece cuando se encuentran en un restaurante comiendo comida japonesa por segunda vez y en vez de clímax encontramos un anticlímax, se trata de la fría despedida que los protagonistas personifican en el hotel cuando él vuelve a casa. Y por el contrario, el clímax sería la despedida apasionada de ambos en la calle. Ya que este anticlímax se ha utilizado para que el espectador crea que ese ha sido el final y que la verdadera despedida le sorprenda y así creas un nuevo clímax de forma inesperada.
Pero estos clímax no son siempre positivos que anticipen un final feliz como en Regreso al futuro o El silencio de los corderos, ya que en Lost in translation se los presenta un final triste, ya que ambos personajes no terminan juntos.

Con el acto tercero no solo se hace la presentación del clímax sino
también la resolución de las tramas y subtramas que caracterizan a la película.
En el caso de El silencio de los corderos, la trama es la captura del asesino
Búfalo Bill, que es atrapado por Clarice, que a su vez consigue finalizar su
aprendizaje para acabar convirtiéndose en detective del F.B.I., que era el
objetivo de la protagonista y encabezaba la subtrama de la película.
En Lost in translation la película se divide más en subtramas que en
una trama común. Estos conflictos internos que torturan a los personajes, como
los problemas que Bob tiene con su mujer e hijos y Charlotte con su matrimonio,
no se ven resueltos pero sí compensados al darse cuenta de que se tienen el uno
al otro. Y en Regreso al futuro la
trama de regresar a casa, salvar a Doc, tocar la guitarra e irse de acampada
con Jeni se ven cumplidos en el desenlace de la película.

Otra consecuencia de los actos terceros es si el autor desea dejar un
final abierto o cerrado. En el caso de El silencio de los corderos, aunque la
protagonista cierra la trama de capturar a Búfalo Bill, no resuelve el caso de
un personaje que empieza siendo secundario pero que nos encandila como si fuese
uno de los protagonistas, Hannibal Lecter, el cual, gracias a la personalidad
del personaje, posibilitará el hecho de una serialidad posterior. Cosa que
también se ve reflejada en Regreso al futuro, ya que el final es
completamente abierto, cuando Doc regresa del futuro y le pide su ayuda a Marty
para solucionar un futuro problema que tendrá con sus hijos todavía nonatos. En
cambio, en “lost in translation” no se produce una serialidad posterior, ya que
no se han hecho películas después de esta, pero el final es posible
interpretarlo de ambas formas; desde el punto de vista de que es una despedida
apasionada por el hecho de que no se volverán a ver o desde la perspectiva de
que podrían llegar a verse en un futuro cuando ella regrese a Estados Unidos.
Toda cuestión es posible ya que no se sabe qué es lo que él le comenta al oído,
porque la directora decidió no mostrárnoslo.

Otra característica de las tres películas en su desenlace es la
dilatación temporal, ya que en todas, al principio se nos presenta la historia,
y dicha presentación puede transcurrir en varios días, pero el sus desenlaces
las historias se concluyen en un periodo de tiempo que podemos medir en
minutos. En El silencio de los corderos es el tiempo que a Clarice le lleva
encontrar y matar a Búfalo Bill. En Lost in translation es la despedida que
ambos deben realizar antes de que Bob se vaya. Y en Regreso al futuro se
cuenta en el tiempo que le lleva a Marty regresar a casa, salvar a Doc y ver a
su familia.
Más características del acto tercero de una película son los recursos
de interés empleados. Uno sería la cuenta atrás que se nos expone. En el caso
de las películas analizadas, esta
característica se mantiene en las tres. En El silencio de los corderos se
trata del tiempo que tiene Clarice en capturar al asesino antes de que este la
mate a ella o a su rehén. En la película Regreso al futuro esta cuenta atrás
viene bien representada por el tiempo que tiene Marty para que el rayo impacte
contra el coche y consiga volver a casa. Mientras que en Lost in translation
no es una cuenta atrás tan definitiva en el sentido de que cuando el contador
llegue a cero nadie morirá o se quedará atrapado en el tiempo, sino que viene
reflejado por el tiempo que les queda a los personajes para estar juntos, ya
que desde el principio conocemos la idea de que Bob está en Japón
temporalmente, solo para grabar el anuncio, y luego tendrá que irse.
En estas cuentas atrás los protagonistas se ven influidos por unos
obstáculos que les permitirán o no llegar a su destino. En el caso de Lost in translation no veo ningún obstáculo en su cuenta atrás. Pero en las otras dos
sí que es más evidente. Ya que en “regreso al futuro” Doc tiene serias
dificultades para conectar los cables que facilitan la llegada de la energía
del rayo al punto por el que Marty debe pasar. Y en el caso de El silencio de los corderos, Clarice se ve atrapada en el sótano de una casa buscando a
Búfalo Bill por habitaciones que él conoce perfectamente pero que para nuestra
protagonista son nuevas, y como elemento más característico de estos obstáculos
es el hecho de que el asesino corte la luz y sólo él dispone de gafas de visión
nocturna.
Lo que no se produce en ninguna de las películas es la anagnórisis, ya
que desde un principio conocemos los datos de todos los personajes que
participan en la película.

Tampoco deja de ser verosímil Lost in translation o El silencio de
los corderos, ya que ambas no necesitan ninguna modificación de sus espacios
de grabación, ya que ambas están ambientadas en la época en la que fueron
rodadas, y también coincide la historia con el género que se les atribuye, en
el caso de Lost in translation sería un drama combinado con una
comedia-romántica; y en El silencio de los corderos, un thriller.
Este punto de la verosimilitud de la película con respecto a su género
es bastante importante, ya que no es lo
mismo contar un drama que una historia de ciencia ficción, ya que permiten que
pasen cosas distintas que son verosímiles en sus respectivos géneros y no en
otros.
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