El hombre tranquilo (John Ford, 1952)


Sin duda la mejor película del ilustrísimo John Ford, y no porque no simpatice mucho con el género del western sino porque es una película que este director estuvo masticando durante años y eso se nota.

La historia se desarrolla en Irlanda en 1933, en la pintoresca ciudad de Innisdree, a donde regresa el boxeador Sean Thornton tras vivir durante mucho tiempo en Estados Unidos. Su deseo era volver a vivir en la casa de su familia, la cual se encuentra derruida y abandonada. En el tiempo que le lleva establecerse en este verde lugar conoce a Mary Kate Danaher, con la que comenzará una apasionada y tormentosa, aunque cómica, relación de amor. Los encargados de interpretar a estos orgullosos enamorados son John Wayne y Maureen O'Hara, lo cuales desbordan una fuerte química en pantalla, y también era amigos íntimos del director, de ahí que el trabajo fuese tan fluido y el resultado magnífico. Recordando quienes protagonizan este film hace que me pregunte algo curioso, y es que curioso como un actor como Wayne que es un icono en el mundo del cine nunca haya sido nombrado en ninguna lista de los más grandes cuando su nombre es una referencia a una etapa de la historia cinematográfica. Personalmente me resulta una persona bastante fácil de repudiar, pero como actor siempre ha logrado los objetivos que se pretendían para sus personajes, sobre todo en el de Ethan Edwards, un personaje más que fascinante.


Este mezcla de comedia y drama (puesto que tiene un poquito de ambas) trata temas universales, cómo el orgullo y la tozudez afectan a cualquier relación amorosa, pero sin llegar a ser pesada o empalagosa en ningún momento, un argumento bastante sencillo pero muy efectivo. Simula más ser un cuento que un largometraje convencional, sobre todo por el inicio de la misma, en la que un narrador nos va introduciendo la historia, así como el uso de un montaje de imágenes idílicas de un sitio perfecto, una Irlanda totalmente idealizada.

Hay que aclarar que la película fue rodada en la misma Irlanda, en el condado de Galway, de donde su padre era originario, pero no pudieron rodar en el pueblo de su padre porque no había suficiente espacio para hacer la producción. También cuidó mucho la música, puesto que para darle todavía más credibilidad a la historia, la banda sonora tiene aires celtas y románticos. Se dice que esta película representa el sentimiento del director por este país, puesto que aunque el naciese en América, siempre se consideró irlandés, y se definía como tal. Refleja su eterno deseo de dejar el mundo en el que se encontraba establecido para retirarse a estas tierras verdes, la idea de regreso a la tierra de sus antepasados, a un mundo ideal, haciendo una película muy personal,  de ahí que no sea casualidad que el nombre de Maureen O'Hara se llama como los dos amores del propio John Ford.

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I am graduated in Audiovisual Communication at the The Pontifical University of Salamanca (UPSA). I came to Barcelona a year ago to study the Master about direction of photography in the School of Cinema and Audiovisual of Catalonia (ESCAC). After I finished it in May 2015, I am working in some audiovisual jobs as a assistant camera, digital imaging technician and lighting technician in Barcelona, where I decided to settle down for a while.