Breaking Bad surge el 20 de enero del 2008 bajo la creación y producción de Vince
Gilligan, que había trabajado ya como productor y guionista de la serie de la
FOX Expediente X. Éste cuenta que la
serie surgió de la siguiente manera:
“Estaba
hablando con un colega por teléfono, ambos habíamos trabajado en Expediente X, pero la serie ya había
acabado y la verdad es que nos estaba costando un poco encontrar nuevos
proyectos. Bromeando, me dijo
que deberíamos comprarnos una caravana y fabricar droga. Así me vino el
personaje.”
Gilligan, V. (2011, abril) Festival
Séries Mania, Paris, Francia.
Antes de presentar su proyecto a la AMC, Gilligan petó en las puertas de la
HBO y la FOX, donde del dijeron que su proyecto se asemejaba bastante a la
serie Weeds. Pero Los Soprano demostró que una serie puede
levantar una cadena, así que, como por aquel entonces la AMC no tenía mucho que
perder, decidió arriesgarse, al igual que lo hizo con Mad Men y The Walking Dead,
y hoy en día compite con las que antes dominaban el mercado (Showtime y la HBO).
Y, quitando la parte de querer conquistar el tráfico de drogas, la historia
que se cuenta en Breaking Bad es muy
común en la actualidad: una persona que sufre cáncer y se ayuda de todos sus
conocimientos y habilidades para intentar superarlo. Ya que esta enfermedad es
una de las primeras causas de muerte a nivel mundial, concretamente el 13% de
las muertes anuales son por este motivo. De ahí que cualquier persona empatice
con Walter, además no dispone de fondos para pagar el tratamiento como
consecuencia del funcionamiento de la sanidad en los Estados Unidos. Pero el
creador de la serie matizó que su objetivo nunca fue el problema que plantea la
sanidad americana, así como tampoco el conflicto social de las drogas, ni los
traficantes de metanfetamina en el estado de Nuevo México, ni siquiera la
crisis económica, y que toda relación con estas cuestiones morales es
completamente indirecta. Él simplificó la narrativa a la contraposición
estructural entre dos cuestiones: el bien y el mal, lo verdadero y lo falso, lo
puro y lo impuro.
En principio la serie se pensaba hacer en Los Ángeles, concretamente en los
suburbios del sur de la ciudad, porque era el lugar de residencia de su
creador. Finalmente se decantaron por Albuquerque porque Nuevo México ofreció
una devolución de impuestos de 25% por filmar la serie allí, además creyeron
que el desierto aportaría bastante a la personalidad del protagonista.
La serie consta también de varias referencias literarias, ya que al igual
que El Mito de Fausto, Walter pierde
su alma para conseguir poder y conocimiento. Este mito es una metáfora que
versa sobre la confrontación interna entre la luz y la oscuridad que se oculta
en el seno del hombre, y cómo nos acabamos decantando por lo material frente a
los espiritual.
También hay quien ve a Walter White reflejado en la teoría del Superhombre de Nietzche, que proponía
que el hombre debía de ser superado, ya que el resto de elementos de su entorno
estaban en constante movimiento (al igual que él), y que el hombre solo era un
puente entre el animal y el superhombre. Y así sufre la metamorfosis pasando de
Walter, de ser un hombre corriente, a Heisenberg que genera su propio sistema
de valores, pasando por encima de todos los seres existentes.
Pero puede que el que más convence es la asociación con el Dr. Jekyll y Mr. Hyde, puesto que el
protagonista también presenta la dualidad del bien y el mal dividida en dos
extremos, por un lado Walter White y por el otro Heisenberg, y que ambos
convergen en una misma persona. La diferencia es que en Breaking Bad no necesita el apoyo de una opción química para
transformarse, sino es su peor característica, su ego, la que va conduciéndolo
hacia el lado oscuro. Hay que mencionar que este libro se emplea en psiquiatría
para referirse al trastorno disociativo de la identidad, por lo que películas
como El club de la lucha tendrán un
reflejo más claro de esta novela.
Actualmente es considerada por muchos críticos como serie de culto, y es
que ha conseguido gran número de premios, ya en con su primera temporada fue
nominada a mejor dirección y mejor actor de serie dramática en los Emmy. Bryan
Cranston (Walter White) conseguiría este premio en los dos años siguientes. Y
Aaron Paul (Jesse Pinkman) recibió el Emmy a mejor actor de reparto en 2012 y
2013. Finalmente Anna Gun (Skyler White) obtuvo el suyo a mejor actriz de
reparto el año pasado, junto con la estatuilla a la mejor serie dramática. Pero
los premios más destacados fueron los que consiguieron tras finalizar la serie
en los Globos de Oro a mejor serie y mejor actor de drama, a los cuales ya
habían sido nominados anteriormente pero nunca ganados.
“Se puede demostrar que es el mejor show de la década y que está entre los mejores de la historia de la televisión”, dice sobre la producción Hank Stuever, crítico del diaro The Washington Post, situando a Breaking Bad por encima incluso de la venerada The Wire.
Pero vayamos ahora a conocer cómo surge ese personaje que enciende en
nosotros el mismo porcentaje de amor que de odio.