Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994)

Pulp Fiction es una gran película realizada minuciosamente, en la que todo es importante, como la utilización muy a menudo de los primerísimos primer planos, como la cerradura del maletín, la boca de Mia, la bolsa de heroína, etc.

También se usan con frecuencia los primeros planos de los personajes con iluminaciones ligeramente blancos. Otros planos muy usados son los medios, donde suelen desarrollarse toda la acción entre los personajes mientras que el lugar donde de encuentran solo es un trasfondo. Pero el uso de estos planos no ha eliminado al director de usar el resto de recursos de planificación del cine, como los planos americanos, los contrapicados y picados, etc.

Con respecto al tiempo, se ha de comentar que es una historia circular, ya que se inicia la película en una cafetería y es precisamente allí donde finaliza.

Se juega mucho con la iluminación, dependiendo de la escena que se esté desarrollando. Por ejemplo, en la secuencia de Vicent y Mia, cuando éste llega a la casa de ella a recogerla, vemos que iluminación de la casa es totalmente blanca, es decir, que predominan las luces blancas más que cualquier otra. En el bar donde está Marcellus Wallace, vemos que la iluminación es de tonos rojizos y anaranjados. En la primera secuencia, donde están Julius y Vincent, la iluminación va de claro a oscuro, claro, oscuro, claro, oscuro y así sucesivamente. Cuando ya está finalizando la secuencia de Vincent y Julius, cuando estos disparan sobre Brett, vemos que a cada choque de la bala con el cuerpo se distingue un color amarillo muy intenso, como si reflejara el odio o la fuerza con que se le está disparando. En la gran mayoría de los primeros planos hechos a la cara de los personajes, la luz sólo iluminaba la mitad de su cara.

Pero no son solo los recursos algo a tener en cuenta en este largometraje, sino las metáforas que el gran genio de Quentin Tarantino nos introduce, por ejemplo, cuando Vincent y Julius llegan al bar donde está Wallace, llegan con unas camisetas blancas, vemos como a pesar de que la iluminación allí es rojiza y anaranjada, la camisa de Julius permanece en un blanco impecable, mientras que la camiseta de Vincent, que también es blanca, si adquiere la tonalidad de las luces del bar. Creo que esto simboliza el espíritu de cada uno y quienes son ellos, ya que Julius estaba dispuesto a dejar la vida de criminal que llevaba por acogerse al Señor, por eso su camisa de un blanco radiante, en cambio Vincent no y por eso su camiseta no tenía esa tonalidad. Esta misma situación se vuelve a repetir en la secuencia final, cuando Vincent y Julius están desayunando en la cafetería, la camisa de Julius sigue siendo un blanco resplandeciente, la de Vincent un blanco muy opaco.

Pero no es el único que a mí me ha parecido ver, ya que también se encuentra la situación de que la combinación del maletín, cuando lo abre Vincent, es 666. Yo considero que el maletín contiene el alma de Marcellus Wallace, ya que Marcellus había vendido su alma al diablo, y la estaba intentando comprar de nuevo. El 666 de la combinación es naturalmente una representación del Diablo. Por otro lado, cuando Butch compra un paquete de cigarrillos en el bar, con Marcellus, pide unos Red Apple (la fruta prohibida del paraíso), lo cual puede ser otra imagen religiosa, de las muchas que hay en la película.

Pero no son las únicas incorporaciones, ya que el director hace tributo a algunos de los grandes directores de cine, como es el caso de Hitchcock en la escena en que Butch observa por el parabrisas de su auto a Marcellus, tal cual lo hiciera JanetLeigh en la legendaria Psicosis. Asimismo la recordada escena del twist entre Vincent y Mia es semejante a la escena de “Banda” aparte de Jean-Luc Godard, aunque el mismo Tarantino asegura que tal baile lo extrajo de la película animada Los Aristogatos.

Son las pequeñas aportaciones que Quentin Tarantino intenta hacer para homenajear a aquellos directores en los que se ha inspirado y que lo han educado cinematográficamente hablando, y que gracias a ellos, podemos disfrutar de las obras maestras que este joven director nos ofrece.