En El crepúsculo de los dioses
se ve manifestada también la idea que en El
jardín de los cerezos se nos propone. Una estructura argumental edificada
por tres pilares: el tiempo, la casa y la familia. En este encontramos un
tiempo que todo lo absorbe, da igual quien sea la persona y a que se haya
dedicado. Una casa que se usa como refugio para intentar engañar al tiempo, en
la que Norma mantiene todas sus fotografías, películas y premios para nunca
olvidar lo buena actriz que era en sus buenos tiempos y ayudándose de su única
familia, su ex-marido y ahora mayordomo, encarnado por Eric von Stroheim, que
es el único que sigue a su lado y permite dar rienda suelta a la imaginación de
la misma que sigue considerándose una gran estrella enviándole cartas de
supuestos fans que ya no existen.
Pero lo que más emblemático de la película con respecto al argumento
es la representación del paso del tiempo en El
crepúsculo de los dioses y la presencia de la muerte. Porque por mucho que
Norma piense en un magistral regreso al séptimo arte promovido por un guionista
ambicioso que solo quiere su dinero, no deja de ser una mera ilusión de la
solitaria anciana que se niega a reconocer que el fin de su carrera artística
había sido sellad hace tiempo y que el fin de su vida no se hallaba muy lejos.
Dichos acontecimientos se ven reflejados en la escena en la que juega al poker
con sus antiguos compañeros de trabajo, de los cuales todos son personas
retiradas y de avanzada edad.
Lo que Billy Wilder intenta manifestar en esta película es la
intercalación entra lo viejo y lo nuevo.
Lo viejo sería la actriz retirada que no supera el destierro que obtuvo por
parte de los cineastas a todo aquel artista del cine mudo con respecto al cine
hablado, ya que este nuevo tipo de cine es lo nuevo y todo aquel que no se
haya adaptado al mismo es desahuciado del séptimo arte. Pero Norma, con su
ilusión de volver a la gran pantalla, coge un tema viejo, el guión que ella
misma escribió para ser grabado en cine mudo, y a un personaje nuevo, un
guionista en paro del cine hablado, para propulsar su regreso. Pero dicho plan
falla, y ella, en un último acto de desesperación y locura, mata a su guionista
y amante porque es el único que le dice la verdad e intenta sacarla de su
fantasía para que viese por sí misma la auténtica realidad, y
de forma irónica, Billy Wilder utiliza este hecho, la muerte del protagonista,
para que sea el mismo quien cuente la historia y la película en sí se convierta
en un flash back, ya que como bien explican en el libro: “la memoria de un
muerto no puede redimir el pasado paradisíaco”.
Otra película del siglo XXI que considero que también hace una buena
reflexión sobre lo viejo y lo nuevo sería la reciente película The fighter en la que Dicky Eklund, un boxeador
conflictivo pero con talento ya que en sus buenos tiempos había sido el orgullo
en su ciudad natal por haber tumbado una vez al campeón del mundo Sugar Ray
Leonard, intenta redimirse entrenando a su hermano menor para que él llegue a
ser tan bueno como él, aunque su familia nunca creerán que su hermano será tan
bueno como él ya que lo tienen idealizado y transmiten esa forma de pensar a
Dicky que se sigue creyendo el mejor. Dicky Eklund, tas su época gloriosa se
hundió en una peligrosa mezcla de drogas y delincuencia. Mientras tanto, su
hermano Micky Ward se ha convertido en una promesa del boxeo. Sin embargo, a
pesar de su potente gancho de izquierdas, siempre acaba derrotado.
Con respecto al tema de lo viejo y lo nuevo se vuelve hacer hincapié en una forma antigua de vida que
sería Dicky Eklund, la vieja gloria que no es capaz de ver que su época ya ha
pasado y sigue considerándose un líder cuando en el resto del país lo ven como
un mal ejemplo que ha sucumbido a las drogas. Y su hermano, Micky Ward, una
figura joven y sana que vive la nueva época de boxeo e intenta conseguirlo por
sí solo sin la presión familiar que le imparten. Aunque en este caso, tras un
documental que le graban a Dicky; en el que él piensa que es sobre sus logros
como boxeador, aunque en realidad es sobre la decadencia de las viejas glorias;
este consigue ver en lo que se ha convertido su vida en realidad, y consigue
despertar de esa ilusión que se ha creado él y su familia.
Puede que no sea el mejor
ejemplo pero sí el más adaptado a una vida más cercana a la de la población, ya
que llegar a ser una estrella del cine es algo que no es posible para todos;
pero salir de un barrio medio-pobre de una ciudad cualquiera y llegar a
conseguir algo en la vida para luego perderlo, sí que considero que es algo más
apropiado para la visión de un espectador y la comparación que este hará de la
misma con respecto a la sociedad en la que vive.
Con respecto a las tramas
universales de Ronald Tobías, he escogido la película Origen para hacer hincapié en la relación de personajes y las
tramas que los personajes sufren, ya que creo que se trata de una película con
una fuerte trama ya de por sí.
Con respecto a los arcos
de transformación, encontramos en la película una transformación con respecto
al personaje de Ariadna, una alumna de universidad que será la arquitecta de
los nuevos planos y que empieza esta nueva aventura desde cero, ya que es un
mundo completamente nuevo para ella y podemos observar como al comienzo es una
principiante que no es capaz de controlar todo lo que puede hacer y acaba por ser
el personaje que mejor sabe controlar la situación y ser la única que puede
intentar manejar a Dom y su problema con su mujer. Por lo que también podemos
observar una fuerte maduración por parte de ella.
También se nos muestra un
sacrificio, el que Dom hace al arriesgar su vida y la de sus compañeros por
intentar conseguir su libertad y dejar de ser un fugitivo para intentar
regresar a casa con sus hijos.
Esto nos marca también el
precio del exceso, lo que uno puede llegar a perder por no saber controlar lo
que tiene y llevarlo al extremo. Ya que por no saber controlar esta nueva forma
de vida, pierde a su mujer, que se suicida, y a sus hijos que le son
arrebatados cuando este tiene que huir de la ley porque lo buscan por
asesinato.
El sacrificio sería el hecho
de renunciar a su vida y a sus hijos, por parte de Dom, para poder conservar su
libertad, arrebatada por algo que él no hizo.
Con respecto a la relación
entre personajes, se ve muy marcado el amor y la rivalidad y el amor prohibido.
Con respecto al amor, el que Dom y su mujer, Mall, vivían antes de la muerte de
ella. El amor prohibido que él sigue sintiendo tras la muerte de ella y que
provoca una rivalidad con su mismo personaje al no ser capaz de alejarla de sus
pensamientos, y esta acaba por manipular todo lo que él intenta conseguir en
sus sueños.
Y al hablar de las tramas
externas encontramos la búsqueda de Dom por encontrar la libertad antes
mencionada y que tanto ansía, y el camino para este fin se convierte en una
aventura para los personajes. Esta aventura se ve envuelta por una persecución,
persecución real por parte de Saito al principio y luego, cuando este se una,
se producen persecuciones por parte de los personajes de la mente de Robert
Fischer, que intentan matarlos por usurpar una mente que no es la de ellos.
También se produce un
rescate, ficticio, introducido en la mente de Robert para que los protagonistas
consigan su objetivo. Dicho rescate es llegar a una habitación vigilada en la
que se encuentra el testamento del difunto padre de Robert para cambiarlo.
Y por último, la trama por
excelencia será el enigma. El hecho de no conocer si habrán conseguido o no
despertar y llegar a casa o todo es un simple sueño de nuestro protagonista
Dom.
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