Como
conclusión queda añadir que de alguna manera lo que nos gusta viene relacionado
con la forma del carácter del ser humano, por lo que el triunfo de los
personajes malvados en la serie de ficción se debe al morbo que nos provoca ver
situaciones que, probablemente, nosotros nunca podremos desarrollar por miedo a
las normas sociales, pero que si existiese un detonante, nuestra reacción no
sería muy diferente. El problema es que las personas no entienden aún por qué les
atrae esas series, o por qué Walter White triunfa, y emplean excusas técnicas,
como la complejidad de sus personajes, sin reflexionar sobre la razón de que
esos personajes sean tan complejos.
Las
series de ficción se emplean para contar problemas que el ser humano actual
sufre, es un llamamiento a un cambio, y lo que nos relatan hoy en día es la
falta de una ética que nos redirija en el camino. Y como sigamos en el camino
de la autodestrucción acabaremos como los personajes de Breaking bad, en una miseria absoluta a la que nos condujeron
nuestras decisiones o simplemente muertos, sin la necesidad de estar
inmiscuidos en el comercio de la droga. Si continuamos en la era del vacío seremos la causa de
nuestra decadencia y a de nuestro planeta.
Vuelven
a las hipótesis y los objetivos de partida, para confirmarlas o refutarlas.