Hay que comprender que no es la historia de Walter
solamente, sino de todos los personajes que aparecen. Todos son importantes,
todos cambian y acaban autodestruyéndose. Cada uno tiene y va desarrollando un
lado oscuro.
Walter
es un padre de familia de clase media que vive en la América profunda,
concretamente en Albuquerque (Nuevo México). Este personaje había sido un joven
prometedor químico que se inició en el mundo empresarial fundando Gray Matter Technologies, pero por miedo
a perderlo todo, Walter decide vender su parte por un total de cinco millones y
dejar la empresa. Poco después Elliot y Gretchen Schwartz (sus excompañeros de
negocios) se hacen rico a costa de la empresa que Walter abandonó.
Ahora
trabaja como profesor de química en un instituto en el que ni sus alumnos le
respetan y que acuden a su segundo lugar de trabajo (un lavadero de coches) a
burlarse de él. Está casado y tiene un hijo que sufre una parálisis cerebral
que le dificulta hablar y caminar correctamente. Y a mayores su mujer, Skyler,
está a la espera de un bebé.
Por si
todo esto fuese poco, a la edad de 50 años le diagnostican dos años de vida por
un cáncer en estadio 3 que se ha desarrollado en los pulmones, y no dispone de
fondos para pagar el tratamiento y empieza a preocuparse por cómo sobrevivirá
la familia el día que él muera. Como si de una iluminación se tratara, Walter
decide utilizar su inteligencia para cocinar metanfetamina y venderla en el
mercado, pero como desconoce cómo funciona el tráfico de drogas, decide ponerse
en contacto con un antiguo alumno suyo (Jesse Pinkman)
Walter
White empieza siendo un personaje carismático, de hecho al principio la serie
da pinceladas humorísticas pero luego decide centrarse solamente en el drama. Ha
conseguido el sueño americano a su manera. Él es un emprendedor, empezó
cocinando metanfetamina en una caravana en medio del desierto de Nuevo México
para acabar en un laboratorio químico subterráneo dispuesto de la última
tecnología.
Usa a su familia, que aquí se presenta como eje central de
la vida, como excusa moral hasta el final:
“Lo hice por mí, me gustó, era bueno en ello. Me
sentía… realmente me sentía vivo.”
Con esto se podría decir que Walter defiende el
consecuencialismo, ya que para él conseguir el dinero para que su familia
sobreviva tras su muerte es razón de peso para justificar las atrocidades que
va cometiendo a lo largo de la serie. Ya que recordemos que la regla principal de
esta teoría es que una conducta es buena o mala según si su resultado es bueno
o malo, solo tiene en cuenta las intenciones y no la acción en sí. Esta excusa
de realizar acciones macabras por salvar o ayudar a la familia es un recurso
muy utilizado por los protagonistas de los nuevos dramas televisivo, como así
ocurre, por ejemplo, en Juego de tronos,
Sons of anarchy o Los Soprano.
A mayores es un ser machista porque, ¿acaso Skyler no puede sacar adelante a la
familia? Hay un momento en la segunda temporada donde ella le comenta que
quiere volver a trabajar en la empresa de Beneke
Fabricators pero a Walter no le parece del todo correcto, porque es su
deber cuidar de la familia.
Y es el ego del personaje el que hará que poco a poco se
vaya convirtiendo al lado oscuro, porque por orgullo él no quiere hacer un
producto de mala calidad, cuando a fines prácticos ganaría dinero igual. Se puede
decir que el egocentrismo es la característica de Heisenberg que poco a poco se
va abriendo paso y va creándole una reputación nueva para el nuevo mundo en el
que se está adentrando.
Simboliza también un cambio en los personajes conocidos
hasta ahora porque dispone de una inteligencia muy desarrollada que provoca que
las formas que tiene de matar sean muy meticulosas y analizadas, intenta no
dejar nada al azar. Y esto da mucho miedo.
The Evolution of Walter White || Fan Tribute
Se
podría decir que el antagonista de Walter en esta historia es su cuñado Hank Schrader,
una persona familiar y un devoto marido. Aunque también tiene sus defectos, es
machista (que ya parece una cualidad sureña en los Estados Unidos) y racista.
Hank es el oponte moral de su cuñado, es el bueno de la historia. Trabaja para
la DEA, la administración para el
control de drogas. Su objetivo es la lucha contra el contrabando y el consumo
de drogas, y curiosamente no es capaz de percibir la doble vida de Walter.
Cumple las leyes a raja tabla y cree en la justicia por encima de todo, pero le
mata su obsesión por descubrir a Heisenberg, tanto que hasta sus superiores le
destituyen del caso y se las apaña con sus contactos y amigos para seguir tras
su pista, algo que le conducirá a su muerte. Al principio no nos atrae lo más
mínimo, de hecho se percibe como el cuñado pesado de Walter, que seguido por su
controladora mujer, no para de inmiscuirse en la vida de los White. Pero poco a
poco se va ganando nuestro afecto al ver que es el único personaje que de
verdad tiene un código de honor definido.
Pese a
que el oponente moral sea Hank, vemos que Jesse Pinkman no es del todo. Se nos
presenta en un principio como el exalumno de Mr. White que, por desavenencias de la vida, acabó en el consumo de
drogas. Especialmente de la metanfetamina, por eso Walter acude a él en busca
de ayuda para su nuevo negocio. Jesse empieza siendo un componente más en el
plan de Heisenberg para conseguir su meta, para acabar siendo el rockstar de la serie. Vemos que Hank,
después de cumplir con las normas sociales y de ser un hombre bueno acaba
muerto. Sabemos que Heisenberg tiene que morir, no hay otra salida honorable
para ese profesor de química que nos conquistó desde un principio. Pero con
Jesse queremos que salga impune, lo queremos feliz y vivo. Y es que Jesse es el
contrapunto de Walter en toda esta trama. Mientras nuestro protagonista se
vuelve frío y manipulador, Pinkman duda de todas las atrocidades que van
cometiendo. Él representa la cordura dentro de toda esta locura, es la
inocencia personificada. Inocencia que demuestra cuando su principal
preocupación es que los niños no se vean involucrados de ningún modo en el
mercado de las drogas. Y cuando Todd mata a bocajarro a aquel niño tras el robo
del tren, Jesse sabe que tiene que huir de ahí, que ese mundo no es para él. De
hecho lo ha intentado, ha dudado tanto que ha lanzado sus ganancias por las
calles de Albuquerque porque él no quiere ese dinero manchado de sangre. Y por
querer actuar correctamente y actuar a Hank para que le ayude a empezar una nueva
vida, acaba siendo entregado por su maestro, aquel que parecía tener un
sentimiento paternal hacia él, a Todd y compañía, que le torturan para que
cocine metanfetamina en un laboratorio clandestino. Y es que no le pueden salir
peores las cosas a Jesse, ya que su primer amor murió y al intentar escapar del
lugar donde lo tienen secuestrado, lo conducen hasta casa de Andrea, su nueva
novia (hermana del niño que mataron los camellos de Pollos Hermanos), donde
Todd le pega un tiro en la cabeza ante los ojos de Jesse mientras le recuerdan
que Brock (el hijo de ésta) seguirá vivo si se deja de tonterías. Tras todo
esto es humano querer que, pese a haber matado a un hombre inocente (Gale
Boetticher, el químico de Gus), Pinkman consiga la libertad que tanto anhelaba.
En la
cresta de la ola encontramos también a Skyler, la esposa de Walter, la cual
empieza siendo una mujer dominante que ha renunciado a trabajar para cuidar a
su familia. Su mundo se le derrumba cuando le descubren el cáncer de su marido,
ya que ella, por aquel entonces estaba embarazada de Holly, y sabía que el
dinero que ganaba su marido no era suficiente. Tras dar a luz decide volver a
trabajar como contable a la empresa Beneke
Fabricators. En la segunda temporada empieza a tener un coqueteo bastante
intenso con Ted, su jefe y presidente de la compañía, el cual ya conocía y que
siempre estuvo enamorado de ella. Pero esto va a más, y en la tercera temporada
acaban teniendo una aventura, temporada en la cual Skyler ya conoce las
actividades ilegales a las que se dedica su marido, del cual quiere
divorciarse, pero al final se echa atrás y compra con él el lavadero de coche,
proclamándose ella la contable de la empresa para poder ayudarle a blanquear el
dinero. Skyler termina de trabajar con Tedd, y también su aventura, para apoyar
a su hermana tras el tiroteo en el que ve envuelto Hank y por el que pierde la
movilidad de sus piernas Tedd está a punto de ir a la cárcel por modificar unas
cuentas que arruinaron a la empresa, y esto puede afectar a Skyler, ya que era
la contable y los inspectores achacan el error de Beneke a su ignorancia.
Entonces ella, con la ayuda de Saul Goodman, lo engaña diciéndole que ha
heredado 600.000 dólares, que es lo que le ayuda a salvar a la empresa. Pero
más tarde le confiesa que ese dinero era de ella y Tedd intenta devolvérselo.
Presa del pánico, Skyler vuelve a acudir a Saul quien manda a unos matones para
darle un susto a Beneke y que firme el cheque, pero éste es un torpe, e
intentando escapar de Huell (uno de los matones) tropieza con la alfombra y cae
rompiéndose el cuello y entrando en coma. Skyler se siente la culpable de todo
este drama, y no consigue superarlo. Además solo puede quedarse impasible
mientras ve como su antiguo marido va muriendo y convirtiéndose en un auténtico
monstruo que amenaza con acabar hiriendo (de manera indirecta) a su familia,
llegando a estar aterrada en su propia casa. Finalmente, siendo la muerte de
Hank una alarma para su código ético, se enfrenta a su marido y acaba
denunciando todo a la policía. Lo cual acaba destrozando por completo a su
familia, ya que recordemos que Hank es el marido de su hermana y ella sufre a
partir de aquí la vergüenza de ser socialmente conocida como la mujer de
Heinsenberg, uno de los criminales más buscados de América. Skyler ha sufrido
siempre una dualidad para el espectador, ya que em muchos momentos, sobre todo
al principio, llegamos a odiarla cuando en realidad lo que le exigía a su
marido era que le contase la verdad. Luego ya percibimos que, en realidad, ella
es una víctima en todo esto.
En
realidad podría analizarse en profundidad todos los personajes que aparecen sin
excepción, porque son personajes realmente muy complejos y sus
caracterizaciones están muy bien confeccionadas. Pero cada uno de ellos empieza
teniendo, de manera legal o ilegal, una vida plena y acaban muertos o siendo
unos miserables. Y creo que ese es el encanto de la serie, el realismo que
incluye, ya que si esta historia se desarrollase en la vida real no distaría
mucho de la contada en la ficción.
Y no hay mejor forma de entender esa evolución drástica de todos y cada uno de los personajes que aparecen en esta serie como volver a ver por contraste la primera y última escena den la que aparecen:
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I DID IT FOR ME. I LIKED IT. I WAS GOOD AT IT
and I was...really...
I WAS ALIVE